Cada vez que vamos a realizar cualquier trabajo que requiere de una construcción o empleo de algún material concreto se nos empiezan aparecer en la cabeza las dudas sobre materiales, tipos, procesos, etc. Así que como nos motiva aclarar las dudas y ofreceros materiales que las resuelvan, os dejamos la primera parte de dos post para que identifiques qué necesitáis antes de empezar habitar vuestro hogar. Por lo tanto, os dejamos un resumen condensado de aislantes para paredes y techos.
¿Aislantes?
Humedades, moho, mala transpirabilidad, sonidos y pérdidas de frío y calor son algunos ejemplos que pueden provocar patologías o molestias tanto en nuestra salud como en nuestra confortable habitabilidad. Por ello, es importante prestar atención e invertir en un buen aislante que te proteja de todos los factores internos y externos posibles y que ayude a mantener las temperaturas para poder ahorrar energía y ser partícipe además de la protección del medio ambiente.
¿Por dónde debemos aislar?
Este terreno es pantanoso y requiere de requisitos previos que deben ser observados, pues te condicionará la elección del material. Si estás para construir tu vivienda o bien has comprado una, revisa los problemas y toma nota, por que ante una u otra situación debemos de atender a dos casos que se nos presentan.
Interior: si vives en una comunidad de vecinos y necesitas aislar, es una buena opción para evitar molestias y permisos. También perderás unos centímetros habitables y tendrás las molestias de la obra, pero es más económico y no tendrás que retirar las tejas (en el supuesto caso).
Exterior: evitarás las obras del interior de tu vivienda, no alterarás el tamaño del inmueble, es una obra relativamente rápida (depende de la envergadura) y puedes aprovechar para reparar algunos problemas existentes que se te presenten.
¿Y los materiales?
Como en todo, la gama de materiales es muy extensa, y dependiendo del coste que desees invertir aún más. No obstante y para que te ubiques, vamos a explicarte los diferentes materiales que existen a gran escala para que soluciones tu situación con las mejores características.
Nota: Si te decantas por el aislamiento exterior, recuerda la capa impermeabilizante. Esta te dará un mejor aislamiento frente a los factores climáticos con un menor deterioro a largo plazo.
Sin más preámbulos vayamos a los materiales:
- Poliuretano: uno de los más destacados en muchos campos de la construcción y a la orden del día en su empleo. Como ya dijimos en otros post, su espuma rígida hace reacción inmediata, alcanzando una capacidad aislante con una capa mínima de grosor. Pero esto que no se tome al pie de la letra, entiéndase lo de mínima. Con ello minimizamos el espacio a ocupar y facilitamos un buen sellado por todos los huecos.
- Poliestireno: en este caso el material es plástico y bastante rígido además de existir dos tipos; el expandido, también abreviado como EPS y el extruido o XPS. En el caso del expandido hablaremos de una mayor capacidad de aislación térmica para frío y calor, por lo que ni crece moho ni se pudre, funcionando muy bien para soporte cubiertos. Por su caso contrario, el extruido se añade que tiene gran comportamiento frente al agua y su manipulación es sencilla ofreciendo el mismo rendimiento que el expandido.
- Lana: la lana la encontramos de forma más natural, ofreciendo gran durabilidad y aislamiento. Dependiendo de sus grosores ahorraremos espacio, pero lo mejor de ella es que se adapta bien a los espacios. Es en muchas ocasiones la mejor opción por espacio, adaptabilidad y rendimiento.
Todo esto está muy bien pero, sigo sin saber qué material puede ser el más adecuado.
Sin duda alguna, elegir el material adecuado es fundamental, por lo que en este caso y debido a que va a ser una construcción a largo plazo y está tanto en juego, la experiencia y opinión de un profesional es fundamental para conseguir un acabado duradero y eficaz. Recomendamos también investigar sobre las indicaciones de los fabricantes y pensar qué es lo que mejor se nos adapta a nuestra situación. También debemos de barajar la posibilidad de utilizar placas aislantes, que en ocasiones es la opción menos pensada.
¿Alguna recomendación más?
Por supuesto recomendarte que en este paso dediques tiempo y no escatimes. Piensa que a la larga, una humedad, moho o una constante pérdida de frío y o aumento de calor te harán modificar el confort de tu hogar. Y sobre todo y lo más importante, si sufre algún desperfecto los materiales finales por culpa de un mal aislamiento no sólo vas a tener que hacer modificaciones u obras en tu hogar, si no el proceso que con ello trae y su gasto. Así que, dedícale algo de tiempo y no desesperes. Piensa en que un proceso bien hecho son dolores de cabeza menos para el futuro.
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